martes, 19 de octubre de 2010

ORIGEN DE LA VIDA

 

Evidencias del proceso evolutivo


Los hominidos descienden de un ancestro comun.
Las evidencias del proceso evolutivo son el conjunto de pruebas que los científicos han reunido para demostrar que la evolución es un proceso característico de la materia viva y que todos los organismos que viven en la tierra descienden de un ancestro comun Las especies actuales son un estado en el proceso evolutivo, y su riqueza relativa es el producto de una larga serie de eventos de especiación y de extinción.
La existencia de un ancestro común puede deducirse a partir de características simples de los organismos. Primero, existe evidencia proveniente de la biogeografia. El estudio de las áreas de distribución de las especies muestra que cuanto más alejadas o aisladas están dos áreas geográficas más diferentes son las especies que las ocupan, aunque ambas áreas tengan condiciones ecológicas similares (como el artico y la antartida, o la region mediterrania y california). Segundo, la diversidad de la vida sobre la Tierra no se resuelve en un conjunto de organismos completamente únicos, sino que los mismos comparten una gran cantidad de similitudes morfológicas. Así, cuando se comparan los organos de los distintos seres vivos, se encuentran semejanzas en su constitución que señalan el parentesco que existe entre las especies. Estas semejanzas y su origen permiten clasificar a los órganos en homologos, si tienen un mismo origen embrionarioanalogos  si tienen un origen embrionario y evolutivo distinto pero la misma función. Tercero, los estudios anatomicos también permiten reconocer en muchos organismos la presencia de  organos vestigiales, , qu y evolutivo, y e están reducidos y no tienen función aparente, pero que muestran claramente que derivan de órganos funcionales presentes en otras especies (como los huesos rudimentarios de las patas posteriores presentes en algunas serpientes.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Origen y evolución de las Arqueobacterias




Las arqueas son una forma de vida muy antigua. Se han datado fósiles probables de estas células hace casi 3.500 millones de años,y se han detectado restos de lípidos que podrían ser arqueobacterias o eucariotas en esquistos de hace 2.700 millones de años. Como la mayoría de procariotas no tienen una morfología característica, la forma de los fósiles no sirve para identificarlos como arqueas. En cambio, los "fósiles químicos", como los lípidos exclusivos de las arqueobacterias, ofrecen más información sobre la presencia en el pasado de las arqueas. Estos lípidos han sido detectados en rocas que datan del Precámbrico. Los restos más antiguos conocidos de lípidos de isopreno datan del cinturón de Isua, al oeste de Groenlandia, que incluyen sedimentos formados hace 3.800 millones de años, siendo estos los más antiguos encontrados hasta la fecha. El origen de las arqueas parece extremadamente remoto en el tiempo, y el linaje arqueobacteriano podría ser el más antiguo de la Tierra.




Arqueobacterias


Las arqueas o arqueobacterias, son un grupo de microorganismos unicelulares pertenecientes al dominio Archaea. El término arquibacteria es una denominación desestimada. Las arqueas, como las bacterias, son procariotas[1] que carecen de núcleo celular o cualquier otro orgánulo dentro de las células. En el pasado, se las consideró un grupo inusual de bacterias, pero como tienen una historia evolutiva independiente y presentan muchas diferencias en su bioquímica respecto al resto de formas de vida, actualmente se las clasifica como un dominio distinto en el sistema de tres dominios.[2] En este sistema, presentado por Carl Woese, las tres ramas evolutivas principales son las arqueas, las bacterias y los eucariotas. Las arqueas están subdivididas en cuatro filos, de los cuales dos, Crenarchaeota y Euryarchaeota, son estudiados más intensivamente.